El progresivo deterioro de los ecosistemas naturales y la desaparición de especies es uno de los tres grandes problemas ambientales a escala global. El modelo de desarrollo humano ha estado siempre basado en la explotación de los recursos naturales, pero desde la revolución industrial dicha explotación ha ido sobrepasando los límites de la sostenibilidad poniendo incluso en riesgo la propia viabilidad de muchas actividades humanas. Alteración y destrucción de hábitats, sobreexplotación de recursos naturales y pérdida de biodiversidad son los graves síntomas de un planeta enfermo en el que si no hay sitio para la naturaleza tampoco lo habrá para el hombre.
La Península Ibérica es uno de esos últimos reductos para la vida silvestre que hay en el planeta y en ella habitan especies y ecosistemas únicos. La riqueza, diversidad y singularidad del patrimonio natural ibérico sólo es comparable al cultural, y por ello su protección y frenar la degradación a la que se ve crecientemente sometido deben ser tareas prioritarias para todos.
Desde el Área de Conservación de la Naturaleza de Ecologistas en Acción desarrollamos todo tipo de actuaciones con los objetivos de que se valore la importancia de respetar el entorno natural, de frenar el actual proceso de extinción de especies, de lograr la conservación y restauración de los espacios naturales, principalmente de los ecosistemas más amenazados, de hacer respetar los derechos de los animales y de evitar las consecuencias negativas de las actividades humanas más impactantes.
Para ello, hacemos estudios sobre el terreno, denunciamos las agresiones contra la naturaleza, realizamos campañas de protección de especies o espacios concretos, trabajamos para ofrecer alternativas a las actuaciones que generan problemas ambientales y colaboramos cuando el caso lo requiere con otras organizaciones sociales.
El Área de Conservación de la Naturaleza desarrolla actualmente cuatro líneas de trabajo prioritarias:



